Foto © Nina Prodanova
El Consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano recibe a Actores & Actrices Revista en la sede de dicha Consejería, ubicada en la calle Alcalá de la capital madrileña, para reflexionar sobre la situación actual y el papel de la cultura y de la educación, tanto en la Comunidad de Madrid, como en el resto del país. Teatro, cine, danza, música, deporte, turismo; la importancia que juega la enseñanza en la creación de públicos, el valor de la libertad de expresión y de la libertad de creación; el poder de la autocrítica, la importancia de promover públicos formados y críticos o las nuevas políticas culturales en materia teatral y audiovisual son algunos de los diversos temas sobre los que versa esta enriquecedora conversación.
Su perfil proviene de la cultura, es más, de las artes escénicas, un perfil poco prototípico en la política de primer nivel. ¿Cómo es su encaje dentro del Consejo de Gobierno? ¿Se ha encontrado falta de comprensión de las realidades culturales en sus compañeros de Gobierno?
Realmente las relaciones que se han establecido en el Consejo de Gobierno son absolutamente maravillosas y me atrevería a decir que incluso profesionalmente placenteras, porque hay una comunicación constante entre todos los consejeros, hay una forma de compartir proyectos, iniciativas y objetivos, que yo no sé si se habrá dado en algún otro momento, pero, desde luego, a mí me sorprende por la fluidez y, sobre todo, por la eficacia que tiene. Sin duda alguna, la presidenta ha conformado un Consejo de Gobierno que está muy pensado para eso y que, al margen de mi persona, se fundamenta en la experiencia, en la técnica y en la sabiduría de todos los que lo componen. Además, pertenecemos todos a generaciones parecidas, lo que creo que es bueno porque todos empezamos desde el primer momento. En ese sentido, como te digo, la colaboración es constante y eso se nota a la hora de establecer la política cultural genérica que luego se va yendo por cada una de las ramas que a cada uno nos ha tocado dirigir.
En base a esa experiencia y con la mochila que tiene en las artes escénicas, ¿cree que la Administración sabe reconocer y entender las especificidades del sector? En este sentido, cree que ¿hace falta alguna formación o respaldo para ello?
Sin duda alguna, yo creo que la Administración está formada por un conjunto de profesionales absolutamente capacitados -y hablo tanto de los funcionarios como de los que no lo son-, además, desde mi experiencia personal, hablo de profesionales absolutamente identificados y ligados con el proyecto que están desarrollando, conocedores de cuáles son los procesos que tienen que seguir; son personas que, lejos de entorpecer el flujo positivo de estos proyectos, lo que hacen es acelerarlo y auparlo. En lo que tiene que ver con la cultura, en todas las instituciones en las que he podido trabajar -que son muchas ya- siempre me he encontrado con profesionales que reman a favor de los proyectos, que conocen la idiosincrasia de esos otros profesionales que estamos fuera, -porque yo he sido de los que ha estado fuera mucho tiempo- y que, sin duda alguna, lo que quieren es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de su profesión y a través de su actividad, porque se está prestando un servicio público en este caso. Yo creo que eso es muy muy importante y, en concreto, este gobierno tiene ese lema como principal objetivo: dar ese servicio público con calidad, con eficacia y de manera directa. Es cierto que los procesos administrativos a veces son algo procelosos, pero realmente lo son porque lo que imprimen a ese propio proceso es la garantía. Cuando algo tiene que pasar por una abogacía, por una intervención o por una fiscalización, lo que está haciendo es garantizar que ese dinero público se está empleando de una manera transparente, coherente y efectiva y en beneficio del ciudadano. En ese sentido, hay que entender también esa mayor lentitud que en algunos momentos, no en todos, puede tener la Administración.
Ese contrapunto y esa suerte de crítica a las decisiones tomadas creo que empiezan en el propio interior de la persona
Respetaría la libertad de aquella persona que emite un juicio sobre cualquier tipo de programación que haga la Comunidad de Madrid
Mariano de Paco Serrano, Consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid
Foto ©Ana Mora
Es la segunda legislatura de Diaz Ayuso y usted ya formaba parte de la Consejería con la anterior consejera: ¿Qué elementos de continuidad tendrá su mandato? ¿Cuál será la impronta novedosa que Mariano de Paco quiere establecer en las políticas culturales madrileñas?
Para mí ha sido muy importante el hecho de pertenecer a este equipo. Yo trabajaba a las órdenes de la anterior consejera, Marta Rivera de la Cruz, con la que establecimos una relación profesional fluida y quien además creo que tenía un proyecto ambicioso, con una fuerte consolidación. Además, Marta es una persona absolutamente creativa. En ese sentido, yo entro en un equipo en el que se da algo que me parece fundamental, que es la comunicación constante entre todos. Cuando Marta pasa al ayuntamiento, yo, de alguna manera, entro con esa mochila positiva: conoces la estructura, los sistemas de funcionamiento, al equipo y a partir de ahí te puedes poner a trabajar desde el primer día. Así lo hicimos y, además, con un aliciente importante porque Marta ocupa un puesto análogo en el Ayuntamiento, con lo cual esa comunicación constante no se corta. A partir de ahí, manteniendo toda esa estructura y ese objetivo genérico, lógicamente nosotros planteamos nuevos proyectos y nuevas formas de ampliar esos logros iniciales. Las estamos planteando en cultura, en artes escénicas con el nuevo modelo del Canal, las estamos planteando en la apuesta por la ampliación del vínculo que existe entre el deporte y la cultura, también con interesantes proyectos que pronto verán su germen y que, sin duda alguna, van a cambiar nuestra ciudad y nuestra región. Realmente lo importante de este puesto es que estás trabajando para esos 179 municipios que te están aportando tantísimo. En definitiva, modelo de artes escénicas, modelo de unión entre todas las áreas que conforman la Consejería, Turismo, Cultura y Deporte y, en el teatro: el establecimiento, a partir del bagaje que ya tenemos, de unas líneas estratégicas que van a marcar todo nuestro desarrollo posterior en la legislatura porque además estamos en un momento de éxito eso no se nos escapa a ninguno. Entonces, aprovechando este momento exitoso en el que Madrid está en un florecer absoluto y la Comunidad de Madrid se ha convertido en un lugar absolutamente acogedor tanto para los que viven aquí como para los que vienen, pues lo que hacemos es intentar ampliar posibilidades. Por ejemplo, defendiendo nuestro patrimonio cultural que tiene que ver con la música flamenca y con el flamenco creando el Ballet Español de la Comunidad de Madrid y otras muchísimas cosas que van a venir después.
La mayoría absoluta que ostenta su gobierno. Como director teatral: ¿una bendición ser el director al que nadie rechista o echa de menos el contrapunto que obliga a llegar a acuerdos? En esta legislatura ¿cabe esperar acuerdos o solamente un frente entre autonomías del PP y Gobierno de coalición central?
Bueno yo creo que el contrapunto existe siempre porque el buen profesional y la buena persona deben ser críticas consigo misma. Ese contrapunto y esa suerte de crítica a las decisiones tomadas creo que empiezan en el propio interior de la persona. Luego, esa persona además está obligada, felizmente obligada, a compartirlo con otros ¿no? Hablábamos antes del flujo de comunicación y colaboración que se establece en el Consejo de Gobierno, que también admite, lógicamente, la crítica constructiva, donde se analizan cada uno de los pasos que se van a dar: algunos se siguen adelante y otros se desechan. Luego, este Consejo de Gobierno, no lo olvidemos, tiene al frente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso que es una persona absolutamente clara en sus postulados, que habla desde la verdad, desde la convicción de la defensa del ciudadano y de la defensa del interés público. Eso se agradece mucho porque en un contexto en el que impera la mentira, impera la falsedad, impera de alguna manera ese telón que entrevela algunas de las actividades que hacemos, tener al mando a alguien que descorre ese telón y dice claramente lo que quiere hacer, -utilizando el símil teatral-, establece ese flujo energético entre el patio de butacas y las tablas, ¿no? algo que es fundamental.
Y en esta legislatura ¿cabe esperar acuerdos entre las autonomías del PP y el gobierno de coalición central?
Bueno, yo creo que lo deseable es que todo eso se produjese. Sin duda alguna, lo deseable es que hubiese habido desde el principio un acuerdo entre las dos fuerzas políticas mayoritarias, la que ganó las elecciones, que fue el PP, y la otra, para conseguir la mejora de la vida de los ciudadanos. Esto no ha sido así, pero evidentemente desde la Comunidad de Madrid lo que no vamos a hacer es crear muros, cortapisas o vallas que impidan precisamente ese objetivo nuestro que es el de mejorar la vida de los ciudadanos, que nuestra región siga creciendo y que los servicios públicos se presten cada vez con más eficacia y con más fluidez. Ojalá, es deseable que haya pactos en ese sentido y nos felicitaremos si los hay, porque además nosotros desde el gobierno regional y desde la propia región lo hemos dicho siempre: este país se llama España, si a España le va bien a todas y cada una de las comunidades autónomas que la conforman les va a ir bien también. Si a Cataluña le va bien, a Madrid también le va a ir bien porque le estará yendo bien a España. Igualmente con Andalucía, con Asturias, con Galicia, etcétera, etcétera. Es decir, la mejora de los que nos rodean también va a suponer, sin duda alguna, nuestra mejora.
El Ministerio anunció una Ley de Derechos Culturales y ha puesto la libertad de creación como uno de sus pilares. Es un tema que ha sido central en muchos momentos del presente año. ¿Qué haría Mariano de Paco, director teatral y consejero, si recibe la llamada cuestionando una propuesta programada en los teatros de la Comunidad de Madrid?
Lo primero, respetaría la libertad de aquella persona que emite un juicio sobre cualquier tipo de programación que haga la Comunidad de Madrid. Lo segundo, recordemos que la Constitución garantiza esa libertad y las leyes también la garantizan. Los derechos culturales son absolutamente necesarios, pero ya están recogidos en nuestro ordenamiento jurídico. Y partiendo de ese respeto a la libertad de todo aquel que quiera decir algo sobre lo que nosotros estamos haciendo, por la otra parte, respetar también la libertad de los creadores, la libertad de expresión de las creaciones y la libertad del público para escoger aquello que quiere ir a ver en los escenarios, en las salas de cine, en las salas de conciertos o en los partidos de fútbol, ¿por qué no? Entonces, siguiendo esa máxima de que lo importante es la libertad, pues respeto absoluto a las opiniones de todo el mundo. Cuando esas opiniones se convierten en hechos que contravienen alguna norma, pues el Estado tiene sus mecanismos para perseguir esa contravención de la norma. Si eso no se produce, libertad.
Hay que generar políticas en favor de que Madrid se convierta, (que ya se ha convertido), en el foco mundial de atracción del turismo
© Getty Images
El Pacto de Estado por la Cultura es un elemento recurrente, en su caso, siendo Madrid la región con mayor producción en todas las artes e industrias culturales. ¿Es posible un pacto regional por la cultura? ¿Hay líneas en las que podría aunar a la oposición para establecer unos mínimos?
Sin duda alguna, en el mismo sentido que te comentaba antes. Nosotros somos servidores públicos y somos además servidores de lo público. En ese sentido, enconarnos en batallas internas por quién lo va a hacer mejor o por intentar defender pequeñas parcelas de cada uno, creo que no es el camino. El camino es el camino de la colaboración, es el camino del diálogo y es el camino que marca ese crecimiento que es el que todos queremos. Ahora bien, cuando se producen actitudes que lo que intentan es cercenar precisamente ese crecimiento, -como con la Comunidad de Madrid está pasando-, y lo que pretenden es crear cortapisas para que una región no crezca por encima de otras, pues entonces yo creo que todos tenemos que levantar la voz contra eso. Pero tenemos que levantar la voz contra eso, insisto, porque nosotros tenemos que trabajar en beneficio de los ciudadanos, y los ciudadanos de todo el país. Porque somos un país que está conformado por una serie de demarcaciones territoriales, pero hay una unidad de Estado que nosotros, como representantes públicos, tenemos que salvaguardar. Y esa salvaguarda además garantiza esa libertad de la que estábamos hablando y ese crecimiento del que también estábamos hablando. Insisto, si nos va bien a cada uno, nos irá bien a todos.
Madrid a veces parece actuar como un embudo para la profesión: es fácil venir a trabajar aquí pero difícil salir. ¿Cómo favorecer la movilidad de las producciones madrileñas desde la Comunidad de Madrid?
Bueno, yo creo que el primer paso ya está dado. Madrid es una región absolutamente abierta, absolutamente acogedora y, además, es una región que te ayuda. A mí mismo me ha pasado, o sea, hablo de una experiencia personal y hablo también de la experiencia personal de todos aquellos que han llegado en un momento determinado conmigo a Madrid. Yo creo que ese carácter abierto y ese carácter colaborador evidentemente lo que hace es que, en una región de unas dimensiones no enormes -es una región que no es tan grande-, nos juntemos muchas personas que queremos trabajar, muchas personas que queremos manifestar nuestro arte y que queremos ejercer nuestra profesión. Y yo creo que ahí es donde está el camino de colaboración y de ayuda de las administraciones públicas, en esa ordenación de todos aquellos que están aquí y que son absolutamente bienvenidos y en ese establecimiento de los puentes para que puedan desarrollar sus diferentes profesiones. La contradicción, (nos pasa mucho con el turismo), es generar políticas en favor de que Madrid se convierta, (que ya se ha convertido), en el foco mundial de atracción del turismo y luego decir que la región no lo aguanta. La región lo aguanta perfectamente. Y ahí es donde está el trabajo del Gobierno Regional y ahí es donde está el trabajo de la Administración pública, en permitir, en ver los medios con los que contamos y con esos medios facilitar la vida, el desarrollo y facilitar la profesión de todos los que nos visitan, que son muchos, y queremos que sean más. Entonces yo creo que la gran labor de lo público es el trazado de esas vías o autopistas que permitan el desarrollo profesional de todo el que viene y, al mismo tiempo, animar a que todo el que quiera, venga. Hemos tenido en este año 2023, 14 millones de turistas, y es perfectamente compatible ese carácter acogedor de la región con la vida de sus ciudadanos. Y ahí es donde nosotros tenemos que estar, en hacer políticas que atraigan al visitante, porque lo que estamos ofreciendo es interesante y, además, en facilitar que ese visitante pueda cuadrar perfectamente con el ciudadano que vive el día a día de la región. Y en eso estamos.
Y ahora que el PP gobierna en once Comunidades Autónomas, ¿no sería posible una mayor cohesión entre Comunidades para generar una auténtica red supra autonómica?
Bueno, yo insisto en que pertenecemos a un país, pertenecemos a una nación que debe trabajar unida en todos los elementos que la conforman. Por supuesto, siempre es posible una mayor “de todo”, de hecho, nuestro trabajo siempre está orientado a eso, te lo comentaba un poco antes cuando hablábamos del modelo de la consejería y de dónde partíamos y dónde queremos llegar.
Yo creo que el establecimiento y el respeto a los pilares fundamentales que conforman una estructura y seguir haciendo crecer esa estructura a partir de esos pilares, como si se tratara de la construcción de un rascacielos, siempre es bueno. Yo creo que el teatro contemporáneo se nutre, precisamente, de la historia del teatro. Lo contemporáneo se nutre de lo patrimonial. Y, en ese sentido, esa cohesión de la que hablamos entre las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular existe. Y hay un trabajo constante desde el primer día de la legislatura para que esa cohesión, que ya existe, se traduzca además en mejores proyectos, e insisto, en mejora de la vida de los ciudadanos. Por supuesto que existe, por supuesto que está ahí, por supuesto que las mayorías absolutas ayudan y por supuesto que gobernar con unas políticas parecidas en muchas comunidades autónomas ayuda también al fluir de esta maquinaria de la que estamos hablando. Pero también tenemos que pensar en las políticas de Estado, también tenemos que pensar que, aunque sean once, no pueden ser once que vayan ellas solas. Quiero decir, nosotros tenemos que trabajar siempre con ese concepto de Estado y con ese concepto del beneficio que tiene el trabajo de todos para el bien común.
Madrid es una provincia sin diputación y con un evidente protagonismo de la ciudad de Madrid en términos de producción. Eso ha implicado una descentralización municipal mucho menos desarrollada que en otras regiones. ¿Existe algún plan específico para aumentar el protagonismo de los municipios madrileños?
Sí, de hecho las políticas de la Comunidad de Madrid están orientadas a eso, porque somos Comunidad. Es verdad que nosotros tenemos la capital y que la capital tiene mucha fuerza, porque en la capital están los Teatros del Canal, está el Museo del Prado, está ahora la Galería de las Colecciones Reales, va a estar el nuevo Santiago Bernabéu. Pero es que en la región también está San Lorenzo del Escorial, Patrimonio de la Humanidad, es que también está Aranjuez, Patrimonio de la Humanidad, es que tenemos una cantidad de localidades que agrandan nuestro potencial patrimonial, cultural, turístico y, por supuesto, deportivo. Si seguimos hablando de Patrimonio de la Humanidad, es que tenemos Alcalá de Henares, que es el lugar donde nació Cervantes y donde los escritores del Siglo de Oro se paseaban y generaban sus creaciones. Pero es que luego tenemos las Once Villas, tenemos toda una naturaleza ingente, piensa en Buitrago de Lozoya. Es que luego tenemos todo un Madrid rural que está compuesto de más de 100 municipios (hablábamos antes de los 179 municipios), que permiten al visitante entrar en unos parajes absolutamente diferentes, cambiantes y nuevos, vayas donde vayas. Es que tenemos el Valle de los Neandertales, en Pinilla del Valle…. La oferta cultural, turística y también la deportiva (con competiciones como el Madcup, por ejemplo) es absolutamente amplia y precisamente nuestro trabajo como gobierno regional está en potenciar, por supuesto, la capitalidad, pero también en mostrar toda la ingente cantidad de oferta, insisto, patrimonial, cultural, de ocio, también de compras y de pluralidad que tenemos. Claro, en ese sentido es estupendo ser un consejero de la Comunidad de Madrid.
La cultura educa, la educación te hace culto
La relación entre la consejería de Educación y la de Cultura ha sido en la Comunidad de Madrid una tarea pendiente desde hace mucho, su Gobierno ha empezado colaboraciones en materia de danza. ¿Se trata de un proyecto puntual?
Mira, más del 80% de los proyectos que se trabajan en esta mesa en algún momento se relacionan con otras consejerías. De ese 80%, yo diría que el 60% se relacionan con la Consejería de Educación. Además, a eso tenemos que unir esa magnífica relación que hay entre los consejeros de la que yo te hablaba al principio. El ejemplo más visible ahora mismo es ese plan integral de la danza que vamos a hacer de la mano de Educación y de Cultura, que tiene que ver con auxiliares de danza que imparten clases en centros educativos, pero que también comparte objetivo con este Ballet Español de la Comunidad de Madrid de Nueva Creación, pues está todo englobado en un plan integral de danza que vamos a hacer juntos. Pero es que, realmente, cualquier cosa que nosotros pensemos dentro de la Consejería de Cultura, al final se relaciona también con la educación, porque el progreso de la cultura es el progreso de la educación. Por ejemplo, presentamos el Festival de Arte Sacro, el FIAS, y al ver la pequeña actuación que se hizo en la presentación, inevitablemente te llevaba a pensar que esa manifestación cultural y patrimonial tiene que ser difundida a los más pequeños, y tiene que ser difundido a través de la educación, por ende, de la Consejería de Educación. Estamos trabajando de la mano prácticamente en todos los proyectos, porque, insisto, yo creo que todos los proyectos del Gobierno están íntimamente relacionados, y, por supuesto, la Consejería de Cultura y la Consejería de Educación en esta legislatura van a ir de la mano absolutamente en todo. Es que son indisolubles, si lo racionalizamos, realmente la cultura educa, la educación te hace culto.
En este sentido ¿Qué papel juega el sistema de enseñanza obligatorio en la creación de públicos?
Bueno, me parece que el establecimiento de una serie de objetivos programáticos en los sistemas de enseñanza es fundamental precisamente para crear a ciudadanos preparados, ciudadanos formados y cultos. Como hablábamos antes, los públicos potenciales, los públicos jóvenes tienen que acercarse al teatro desde la educación, pues el camino del adulto es diferente al de los jóvenes, son dos caminos que están íntimamente relacionados, pero son dos caminos diferentes. El camino del adulto es el de aquel que ya tiene un bagaje cultural y al que tú le estás haciendo una amplia oferta para que elija, pero de cara a los más jóvenes, se trata de conformar a un ciudadano para que sea capaz de elegir ¿no? Y si lo centramos en el público, el conocimiento de ese acervo cultural y patrimonial del que hablábamos al principio, el conocimiento de los clásicos, de la evolución del teatro, de la música o de la danza es lo que va a hacer que ese individuo luego tenga la posibilidad de elegir entre la oferta que tú le estás planteando. Entonces, la Administración pública está trabajando en esas dos vertientes que son indisolubles: por una parte, estás dando una oferta amplia y, por otra parte, estás conformando ciudadanos con criterio que son capaces de elegir entre esa oferta. Otras políticas que lo que hacen es restringir tanto un camino como el otro, bajo mi punto de vista son absolutamente equivocadas.
Los datos de teatro en Madrid son de cierto optimismo con el sector. Ahora bien, el sector de pequeño formato (salas alternativas, off…) sigue viviendo en un limbo donde la falta de estructura deriva en precariedad y malas condiciones de trabajo mientras la Comunidad de Madrid remarca su importancia para la escena madrileña. ¿Puede su Consejería ser una parte activa en la profesionalización de esta escena o se seguirá limitando a mirarlo desde la barrera?
Sí, sin duda alguna. Yo creo que lo estamos siendo y la Consejería lo lleva siendo desde hace ya muchos años. Hablábamos antes de la percepción que tienen los profesionales que trabajan en la Consejería sobre el sector sobre el que incide su trabajo, ¿no? Esto es absolutamente fundamental. De la misma manera que en el deporte estamos defendiendo ese trabajo necesario en el deporte infantil y en el deporte base para luego llegar, por ejemplo, a ganar el Campeonato del Mundo Femenino, en teatro pasa lo mismo. En teatro todos los formatos y todos los sectores son importantes porque lo que están creando es ese ecosistema cultural que permite que a todos les vaya mejor. Yo creo que la Comunidad de Madrid ha estado siempre cerca de ese teatro de más pequeño y mediano formato. Los festivales de la Comunidad de Madrid siempre han contado con la participación tanto de las pequeñas salas, como de las pequeñas compañías o compañías de más pequeño formato, pensemos en secciones del Festival de Otoño, pensemos en el propio Surge Madrid, pensemos en Escenas de Verano…. Es decir, la visión que nosotros tenemos de todo ese entramado, de toda esa estructura que tiene que ver con las artes escénicas empieza con el creador individual y acaba con la gran compañía, pero no olvida ninguno de los pasos y ninguno de los eslabones de esa cadena. Porque, además, si quieres, eso empieza todavía antes, empieza en la idea que es algo inmaterial, intangible, que surge, que luego se materializa y a partir de ahí se convierte en creación. Las pequeñas salas, las pequeñas compañías son muy importantes para el Gobierno de la Comunidad de Madrid, para la Consejería de Cultura y, además, insisto, son fundamentales para que pueda existir todo ese entramado del que estamos hablando. En los Teatros del Canal, por ejemplo, tenemos una sala roja de ochocientas cuarenta y tres localidades, una sala verde de cuatrocientas, pero también tenemos una sala negra de cien o ciento cincuenta y una sala de cristal de ochenta. Es decir, eso te permite todo tipo de exhibiciones, todo tipo de formatos y el apoyo a toda la creación en su conjunto.
Los públicos potenciales, los públicos jóvenes tienen que acercarse al teatro desde la educación
Madrid es la indubitada capital de la producción audiovisual de nuestro país, un sector que está sufriendo una trasformación vertiginosa. ¿Qué aporta la política regional a dicho sector? ¿Qué pueden aportar las políticas públicas regionales a los profesionales que hoy ven su mundo trastocado con plataformas, IA, internacionalización…?
Sí, yo creo que nuestra política, en lo que tiene que ver con el audiovisual, como no podía ser de otra manera, está en un universo absolutamente creciente. Nosotros somos conscientes de la necesidad del apoyo al audiovisual, de la importancia que el audiovisual tiene para la cultura de nuestra sociedad, y estamos estableciendo esos pilares a través de ayudas concretas a cortometrajes, a largos, a través de la creación de nuestra Oficina de Rodajes, de Film Madrid. Madrid se está convirtiendo en un verdadero plató mundial. Todo el mundo quiere venir a rodar a Madrid, de la misma manera que todo el mundo quiere venir a visitar a Madrid. Las grandes plataformas también están en Madrid. Es muy importante también el desarrollo que está teniendo el mundo televisivo, antes no lo era tanto, pero ahora, precisamente, con las plataformas y con la ficción en televisión está en un momento de absoluto ascenso. En lo que tiene que ver con el planteamiento de las políticas culturales, nosotros tenemos muy claro cuál es el objetivo, y este pasa por el apoyo incondicional al sector. Tenemos una de las mejores escuelas de cine del mundo también, la ECAM, ¿no? También somos conscientes de que ese apoyo necesita presupuesto, y ese crecimiento en el apoyo a la estructura tiene que ir aparejado, de alguna manera, con ese crecimiento presupuestario. Cuando nosotros hemos cambiado el modelo de los Teatros del Canal y hemos dicho que, además de exhibición, vamos a hacer producción y que vamos a ser más atractivos para otro tipo de espectáculos y para otros profesionales, hemos pasado de un presupuesto de 4,6 millones para programación a un presupuesto de 6,6 millones para programación. Porque es verdad que estas dos cosas tienen que ir ligadas. Entonces, nuestro trabajo ahora, una vez que está establecido ese apoyo incondicional al sector audiovisual, consiste en conseguir la financiación necesaria para que ese apoyo se materialice. Y algo que tiene que ver con todas las áreas de las que hemos hablado, porque está siendo muy importante en el turismo, en el deporte y en la cultura, es la colaboración público-privada. Esta estrategia, por ejemplo, del turismo de la que te hablaba, no sería posible sin esa necesaria colaboración público-privada, sin ese sentido también de pertenencia, de sentir que lo que estamos haciendo es algo común del sector privado, de la Comunidad de Madrid y de sus políticas. En estas tres áreas que yo dirijo, y en todas las demás que pertenecen a este Gobierno, están apostando firmemente por esa colaboración, porque entendemos que esa es la que solidifica la sociedad y el crecimiento.
¿Para cuándo producción propia de ficción de la televisión pública madrileña?
Pues... ¿eh? Vamos a pensarlo, vamos a pensarlo (sonríe).
Texto por Ana Mora
Diseño web por Alfonso Gómez
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR