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Si hoy estoy aquí es porque… siempre sigo mi instinto y desde que pisé el escenario con 9 años supe que esto era lo mío. Cuando sientes la sangre correr por tus venas y que el corazón se acelera comprendes que estás en el sitio donde tienes que estar.

 

Si pudiese volver al pasado… aprovecharía mejor cada oportunidad, experiencia y situación que, quizás, por falta de experiencia - o miedo - no supe explotarla al máximo.

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El personaje que siempre quise ser… tengo una extraña obsesión con Lady Macbeth. Es un personaje que siempre me persigue (o yo a él) y del que he investigado mucho. He creado proyectos y representado desde un punto muy particular. Pero me encantaría tener la oportunidad de crear y representar a mi Lady Macbeth en un gran teatro; y darle una versión diferente al mundo de un personaje que, a día de hoy, no caduca.

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Antes de un casting… suelo escribir a mi mejor amiga, que también es actriz, para que me ayude a prepararlo. Además de que tengo como una especie de “ritual”. Soy bastante organizada. Más cuando se trata de llevar una propuesta a un casting.

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Mi mejor cualidad es… que soy una persona muy empática y siempre estoy ahí para ayudar a todo el mundo. Ah, y mi cabezonería… sin ella no habría llegado hasta dónde estoy en mi carrera profesional - y personal -.

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¿Crees en el amor a segundo ‘Flash’? Creo en el amor. Es lo que me pasó con la interpretación. Que con ella encontré mi propósito en la vida. ¡Y eso es amor a primera vista!

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De vez en cuando me viene bien… desconectar de todo y meditar. Algo que he aprendido con todo esto de la Pandemia es a valorar más el tiempo y a mi gente. Lo primero, ahora, lo uso con más cabeza.

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Si pudiera pasar 24 horas en cualquier lugar del mundo sería… en un escenario. Rodeada de nuevo de todos los compañeros. Sin mascarillas, con muchos abrazos y besos. Disfrutando y riendo. Creando e imaginando. Haciendo llegar el mensaje y conmover al público en la función.

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No me resistiría a una foto con… no creo mucho en el fenómeno “Fan”. He tenido varias oportunidades pero respeto mucho su espacio de privacidad. Preferiría, si se diera el caso, entablar una buena conversación más que una foto.

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Si pudiese mandarle un tweet a mi YO del futuro… si supiera cómo funciona el “Mundo Twitter”… es un intríngulis que jamás comprenderé. Pero… “Oye, mándame una señal de que voy por buen camino!”.

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Si algún día alguien me recuerda… que sea por mi sonrisa y porque realmente le generé un cambio en su vida, de alguna manera.

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Cuento las horas para… que se acabe esta “nueva normalidad” y poder volver a rodar y actuar sin tanta historia.

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Cuando necesito un consejo… hablo con mi madre o mi mejor amiga.

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Mi maestro/a de cabecera es… bueno, tengo varios. No me gusta quedarme con uno solo. Soy una persona que me gusta aprender y observar de todo lo que me rodea.

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La interpretación me ha enseñado que… a veces es mejor observar y aprender del silencio. Vamos tan acelerados con un ritmo tan elevado que nos perdemos los detalles que nos propone la vida.

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‘La Divina Comedia’ de Dante se divide en tres partes: infierno, purgatorio y paraíso:
 

-  Mi infiero es… la monotonía, huyo de ella despavorida.

-  Mi purgatorio es… la paciencia. Estoy aprendiendo a vivir con ella o, más bien, a gestionarla.

- Mi paraíso es… un helado de dulce de leche y una buena película acompañada de mi persona favorita.

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Si el cielo existe, a Dios le diría… No soy una persona religiosa.

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Un consejo que nunca me sirvió… “Porque no estudias otra cosa?” Visto lo visto y después de este bichito llamado “COVID”… nada es seguro en la vida. Ni la mejor profesión del mundo. Así que el consejo que me doy siempre a mí misma es: “Aprovecha cada minuto, es lo único que vas a llevarte contigo”.

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Mi momento ‘Flash’ favorito del día es… ¡El primer sorbo de café!

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Hazte una última pregunta: ¿Sólo una? ¡El que me conoce sabe que es imposible!

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