Quizás no es posible describir en un artículo o entrevista como enfocamos la formación artística en el Estudio. Igualmente acepto este pedido de la Unión de Actores porque me parece interesante.
En las propuestas del Estudio hay aspectos de la formación que siempre nos ocupan:
Preguntarse. Desarrollar la capacidad de hacerse preguntas creativas: las que ayudan a avanzar y a profundizar, a desbloquear y a crear el personaje. Las buenas preguntas colaboran con lo que el autor y el director se proponen.
La pregunta principal es: ¿Quién soy? Una pregunta de la que derivan otras preguntas que necesita hacerse el actor o la actriz para actuar, para dejarse llevar por su intuición y disfrutar de su libertad creadora.
Leer. Desarrollar criterio para comprender, sentir, reflexionar e imaginar con inteligencia. Nutrirse de la lectura de dramaturgos y poetas clásicos y contemporáneos.
Reconocer. Descubrir el potencial creativo y el deseo de expresarlo. Conocer las cualidades emocionales, mentales, físicas e instintivas, y hacerse amigo de ellas. Darse a sí mismo y dar a los otros el lugar que corresponde, para poder trabajar en equipo integrando su peculiaridad, y respetando a los demás.
Observar. Aprender y entrenar la atención despierta: ver la vida misma, el teatro, el cine y la televisión. Conocer a los actores de diferentes escuelas, generaciones y nacionalidades. Ver danza, pintura, escultura. Y escuchar música, especialmente a los clásicos.
Repetición. La constancia en la práctica de entrenamientos para la imaginación, la expresión emocional y corporal, el movimiento, la voz hablada o cantada. Es conveniente desarrollar voluntad y paciencia, confianza y placer en la repetición de ejercicios que ayudan a dominar el oficio de actuar.
En una primera etapa, el enfoque de la preparación se centra en crear una base para desenvolverse con cierta autonomía y creatividad. Podríamos llamarla etapa de formación básica, generalmente se da en los años previos al inicio de la vida profesional.
Hay una segunda etapa que va más allá de la formación. Dependiendo de la pasión, compromiso o circunstancias profesionales de cada actor o actriz, el arte de interpretar es una vía de conocimiento de uno mismo y de los demás, un camino permanente de investigación, entrenamiento y crecimiento paralelo al desarrollo profesional. Sabemos que la evolución artística no siempre va a la par de la evolución de la carrera profesional, en la que el azar juega un papel fundamental. No siempre es posible o fácil seguir cultivando o afinando el instrumento expresivo, estudiar y explorar nuevos registros o formas de abordar la creación artística.
Otros aspectos importantes en el Estudio son:
Equipo de profesores. Comunicación entre los profesores: intercambiar puntos de vista sobre alumnos, ejercicios, obras y autores. Compartir, reflexionar y evaluar juntos el trabajo de todos.
Planes de estudio. Renovar y ajustar constantemente los planes de estudio. Cambiar, quitar o incluir propuestas nuevas, debido a las dificultades o los avances en el proceso de un curso. La misma libertad para modificar las propuestas es necesaria en los procesos individuales, ya que los tiempos de cada actriz o actor (y los de cada curso), son muy diferentes e impredecibles.
Actores profesionales. El Estudio se inició debido al interés en reciclarse de muchos actores con experiencia. Desde entonces los seminarios para actores y actrices profesionales son contantes en el Estudio, y están abiertos a quienes hayan estudiado o no antes con nosotros.
En los cursos para profesionales, proponemos descubrir y abordar nuevos personajes y autores, y explorar, ampliar y enriquecer toda la gama posible de su personalidad expresiva. Tomarse el tiempo para trabajar y disfrutar sin la presión del resultado. Tratamos de crear enfoques para relacionarse con el material de trabajo con mayor profundidad y claridad, y que estimulen el verdadero deseo de expresarse. La voluntad común de investigar genera un espacio que da fuerza y alimenta al actor, y en donde la experiencia de vida y de profesión pueden transformarse en una nueva inspiración para el camino artístico y personal.
En el Estudio, y de forma natural, se vienen conformando dos tipos de seminarios para profesionales. Uno en verano, al que suelen acudir muchos actores extranjeros, un curso en el que pueden coincidir hasta once nacionalidades diferentes junto a actores españoles. Otro seminario en invierno, que solicitan especialmente los actores que han estudiado en el Estudio, también abierto a quienes no lo han hecho antes. En ambos cursos, una de las riquezas más grandes es el encuentro, el intercambio y la creación con los demás. Es un aspecto que siempre me ha interesado cuidar y fomentar.
Preparación individual. Conocido actualmente como Coach, el trabajo de preparación de un papel, generalmente más solicitado para el cine, es un espacio que ofrecemos, y que puede ir desde un asesoramiento artístico más general, como es el enfoque del personaje o el análisis del texto. Hasta lo que es más habitual: una serie de sesiones en las que se trabaja en la definición y creación del personaje, y de todas las secuencias. Se trata de una colaboración minuciosa, que tiene en cuenta ante todo lo que exigen la historia y la visión del director, y las posibilidades del actor o actriz para contribuir con la concepción artística planteada.
Es más frecuente que sea un trabajo individual, aunque se dan proyectos en los que varios compañeros de elenco se preparan juntos, o incluso etapas en las que participa el propio director.
Ensayos abiertos al público. Es un trabajo intenso de preparación y exhibición en constante transformación frente al público. Una propuesta artística y pedagógica que entrena muchos temas, y en la que todos los alumnos participan de la construcción de un espectáculo. Además de actuar, todos trabajan en la dramaturgia, el vestuario, la música, la producción y en los demás aspectos teatrales. Es un lenguaje artístico que se viene desarrollando a lo largo de los más de 25 años que llevamos haciendo esta experiencia en distintos espacios teatrales de Madrid. Un mismo personaje es interpretado por diferentes actores y actrices a lo largo de la representación, entrenándose en la no identificación con el personaje, algo muy saludable para el oficio de actuar. En los ensayos abiertos los actores hacen un verdadero ejercicio de generosidad y humildad, de solidaridad y valentía. Es un desafío para todos, y también para el público, porque la aportación que cada actor o actriz hace al mismo personaje puede ser muy variada, y amplía la comprensión por parte del espectador, un reto para no formarse un juicio o idea cerrada sobre quién y cómo es el personaje. Es un juego tan sencillo como complejo y sutil. Una de las características de este espectáculo es que, aunque está armado como tal, se modifica cada día por las intervenciones del Director a la vista del espectador. Se introducen variantes sobre una escena, se profundiza el sentido de un texto, se cambia un actor por otro, y muchas otras variantes no planificadas resultan una sorpresa para todos.
El público puede ver algunos procedimientos de creación de personajes y del espectáculo, y venimos comprobando que estimula el respeto por el trabajo de los actores, y que genera interés por el teatro. Es una satisfacción contribuir a lo que da sentido a la interpretación: llegar al público para que pueda ser tocado por la magia del teatro. La interpretación cumple una función social necesaria, ayuda a despertar esperanza. En el teatro o en el cine podemos nutrir nuestra alma con alegría, humanidad y compasión.