La desconocida es el título de la última película dirigida por Pablo Maqueda, en la que Laia interpreta su primer protagonista en cine, compartiendo encuadre con el actor Manolo Solo, también entrevistado para este número de Actores & Actrices Revista. “Fue el humor la clave de supervivencia”, “en cuanto cortábamos empezábamos a contarnos cosas, a hacer bromas, a jugar, buscando un poco el equilibrio con la tensión de la secuencia”, nos confiesa Laia, pues la historia se adentra en la narración de un tenso e incómodo caso de grooming, término que se refiere a un ciberacoso infantil.

“Voy a ver cómo se es actor, quiero aprender todo lo que pueda”, nos cuenta Laia que esto fue lo primero que pensó cuando supo que Manolo Solo era su compañero. Ambos encarnan dos generaciones diferentes del cine español que encajaron su relación personal y profesional como piezas de un mismo puzzle. “Pero también me salió una cosa muy bonita porque pensé: estamos los dos aquí, al final hay algo de horizontalidad, nadie está por encima de nadie”, confiesa.

Oksana, protagonista de la famosa serie Merlí, fue uno de los personajes que dio un giro a la carrera de la actriz en 2016. “Necesitamos series como Merlí, donde los protagonistas son las chavalada, el mundo también es muy adultocentrista y, en ese sentido, nos olvidamos de las infancias, de las adolescencias, etapas donde se genera lo que luego seremos de adultos”, reflexiona la actriz. “Merlí va mucho más allá de historias de adolescentes, es filosofía, herramientas para la vida”. Es así cómo Laia reivindica la filosofía y las artes como materias necesarias “para desarrollar la sensibilidad de las personas”. Más allá de educar a “adultos funcionales”, son fundamentales asignaturas como estas que contribuyen a educar a “personas felices, empáticas y con criterio para mejorar el mundo”. 

Si bien, anterior fue su aparición en el videoclip de la canción “The Less I Know The Better” del grupo australiano Tame Impala, oportunidad que llegó a la actriz catalana de manera imprevista, otorgándole un reconocimiento señalado más allá de las fronteras nacionales. “Yo tenía como un euro setenta y cinco en la cuenta y, de repente, una amiga me dijo vente a un casting”, “entonces no sabía quien era Tame Impala ni la repercusión que llegaría a tener”.